Me tropecé en tu camino,
torpemente, insana
enamorada.
Frágil de llevar tantos golpes a cuestas,
pequeña,
insignificante.
Me tropecé en la amplitud de tu sonrisa
blanca, honesta
y admití a tu mente inquieta
explorarme, conocerme,
aniquilarme.
Me dormí en tus suaves ojos,
dulces, cómodos,
tropecé con su color de almendra
y absurda, y enamorada
los adoré.
Me tropecé en tu camino incierto,
como la niña torpe
que juega a interpretar
el papel de mujer,
enamorada, frágil e irreverente,
inteligente y tonta,
arriesgada,
estúpida,
idealizando la utopía,
a mi utopía,
a tí, mi amor utopía.
muy buen poema
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
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