Mi Lugar Celeste

En la ardiente tentación de tus labios entreabiertos, y la mirada encendida que me invitaba a ser tuya, vi el fuego de tus ojos quemar mis vestiduras, y arrojarme entre caricias a lo más hondo del infierno; fueron tus besos los que mi cuerpo acariciaron, y con tus dedos tatuaste cada huella, por cada rincón, en el gesto más indecoroso, más osado, más divino, entre gemidos yo pensé en el adiós. Mi nombre se coló entre tus suspiros, tu aliento se convirtió en aire que ya no respiro. Nunca más tu cuerpo se amoldó al mío, ni tus ojos intensos me desvistieron. Admití tus manos grandes sentirme tuya, todavía con la pasión desenfrenada de la primera vez, tu boca continuaba sabiendo a miel, y tu piel tersa seguía siendo mi manta. Vi cansada el movimiento de tu espalda, aburrida de la música de tu respiración, acomodé mi mente muy lejos de tu oído, mientras ahí, entre suspiros, escuchaste de mis labios el sonido de su nombre. Sí, es él quie

Atrás de tus telones me guardo, despierta en vela, pensando que a tu costado quisiera estar nunca más ilegal, respirando, temblando, bajo tus fríos dedos, suspirando, cansada de tu nombre llamar soñando; Quisiera no ser ilegal para colarme, bajo la sábana de tu piel; quisiera no ser ilegal, y así mezclarme,  en el sonido de un suspiro; quisiera no ser ilegal para tus ojos llenar y en tu mirada dibujar la eternidad de una sonrisa sin medida de felicidad. Quisiera no ser ilegal para tu boca besar y trazar, la historia de una vida sin punto final quisiera no ser ilegal, así sería de ti. Kiryum

Absurda vida en la que tu boca se ahogó en mis besos, perdida de aquella vida en la que tu mano se fundió en mi piel. Herida mi vida en la que tus dedos me hacían mujer cuando latían los corazones al mismo son de nuestra bella canción de amor. Dulce sonido que transportaba ilusión, la melancolía de sus notas vibrando de pasión, sonido en tercera dimensión que ensordecía la razón. Se deja oír el corazón  en cada lira de obsesión aunque el deseo de tu fuego amor, finalmente se apagó. El sonido que murió entre tus brazos se durmió agonizando, delirando, dejó de ser amor. Nuestra dulce melodía en ruido mudo terminó y yo, en otro fuego me encendí adiós, fue un placer amarte así. Kiryum.

Y ese mismo 20 de octubre pensaba en ti mientras dedicaba unos versos... "Hoy di un paso adelante pensando en ti,   espero no haberme equivocado,   y que tarde o tempano,   me des la oportunidad de desahogarme   entre tus brazos,   hoy soñaré que así será,   me veré acogida en tu regazo,   descansaré sobre tu pecho,   escuchando a tu corazón enamorarse de mí."                 Kiryum

Señor Castillo: "Llenaré páginas de letras tristes si es necesario, para no olvidar quien fuiste, escribiré nuestra historia en el papel para no olvidar lo feliz que me hiciste. Lloraré miles de lágrimas más, para no olvidar cuánto me duele perderte."                           Kiryum

20 de octubre del 2013, me sentía así: Hoy me siento humana,   me siento viva,   siento la fragilidad de mi mente sucumbir   ante los sentimientos desbordantes.   Hoy me siento ahogada en melancolía,   en una dura melancolía.   Las dudas amenazan con intransigencia,   mi mente quiere liberarse,   ¡pero mi corazón terco quiere atarse!,   no sé a quien atender,   si estoy hecha un fiasco y no pienso con claridad,    no es un buen momento para tomar decisiones,   pero es un gran momento para sentir.   Repito, no pienso claramente   solo siento a flor de piel.   Ahora escribo, quizá para olvidar,   aunque el recuerdo permanecerá aquí, en el papel.   Ya no tengo a quién escribirle,   solo a la vida, sí a esa perra.   Quiero que me escuchen los cielos,   me siento humana,   ¡me siento viva!   Leeré, dormiré,   mañana será otro día mecánico.   Nadie se enterará de la revolución que hoy   alteró la cotidianidad de mi cabeza y mi corazón.

Tener tus ojos debe ser ilegal y más si cuando miras solo inspiras a pecar esa sonrisa peculiar de jugar a tentar letal y esos dotes que sí sabes como usar para matar te has armado de forma perfecta para hacerme agonizar tan muerte lenta mientras tú boca violenta revienta dentro de mi boca como un rayo una tormenta... Tus manos calientan piel solo de rozarla mis manos van jugando a conocer tu espalda con toda la calma se alarga la delicia en mi expedición hacia tus nalgas. Y no hay más que una sola versión una sola muestra total de perfección llenas de luz la habitación con tus brillos de neón y yo sin trabajo suelto ese último botón. Que son tan solo las doce no se escuchan voces solo gemidos finos, sonidos del goce y para cerrar la noche con broche de oro yo te llego al oído y susurro este coro. Eso no fue nada ya estoy en confianza negra si me regalas la mañana te llevo hasta la noche plena...