Adiós

Absurda vida en la que tu boca

se ahogó en mis besos,

perdida de aquella vida en la que tu mano

se fundió en mi piel.

Herida mi vida en la que tus dedos

me hacían mujer

cuando latían los corazones al mismo son

de nuestra bella canción de amor.

Dulce sonido que transportaba ilusión,

la melancolía de sus notas vibrando de pasión,

sonido en tercera dimensión

que ensordecía la razón.

Se deja oír el corazón 

en cada lira de obsesión

aunque el deseo de tu fuego

amor,

finalmente se apagó.

El sonido que murió

entre tus brazos se durmió

agonizando, delirando,

dejó de ser amor.

Nuestra dulce melodía

en ruido mudo terminó

y yo,

en otro fuego me encendí

adiós,

fue un placer amarte así.



Kiryum.



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