Punto de quiebre
20 de octubre 2013.
Hoy terminó todo. Mi historia con Tadeo se cerró. Me siento
muy triste, pues el punto final lo puse yo. El tiempo hizo su trabajo, como el
viento erosionando la cima de una montaña, nuestra relación se desgastó al
tiempo que mis cambios disruptivos nos alejaban más el uno del otro. Al final,
abrimos una brecha infinita entre ambos. Y eso me duele, me duele enormemente.
Lo amé. Con mi vida. Fue mi primer gran amor, mi primer
novio. Tanto lo quise que en mi mente atribulada y fantasiosa él se parecía más
a un ángel que había cambiado mi vida para bien. Me había provocado a sonreír,
a amar con pasión y locura. Perderlo me desconcierta, me llena de ansiedad. Las
manos me sudan, el corazón se me sale del pecho como buscando una droga que
sabe, ahora ha perdido para siempre. Es por ello que escribo en el éxtasis de
mi crisis ansiosa estas palabras, porque es lo único que me ayuda a reflexionar
sobre lo que siento y percibo de mi misma en estos momentos. Me quiero conocer
en mis abismos.
Debo admitir que tengo miedo de equivocarme y haber sacado
de mi vida a alguien que estaba destinado a estar a mi lado para siempre (algo
dentro de mi cabeza no para de susurrarme esa idea) me pregunto si fui muy
tonta, muy egoísta, poco comprensiva, no lo sé. Quizá el tiempo me responda
todo ello.
Pero hoy, hoy me duele todo. Verlo llorar como un niño
pequeño, destrozado, partido por la mitad… me rogaba que no lo dejara, y debí
tener un corazón de piedra para no caer en su juego. Porque aunque poco me
faltó para enviarlo todo al demonio y perdonarlo, abrazarlo, y cerrar ese perfecto
círculo tóxico haciendo el amor, como siempre nos pasaba. Pero esta vez no
pasó. No cedí. Algo muy dentro mío me decía que las cosas así tenían que ser, y
había llegado el final.
Quiero ser feliz.
Y sé que mi felicidad ya no está a su lado.
¿Cómo habría de ser feliz con alguien que me había mostrado
su lado más oscuro y había sacado lo más terrible de mí?
Jamás lo conté a nadie por vergüenza, por miedo, o porque
algún mecanismo de defensa en mi psique decidió minimizar todo lo ocurrido y dejarlo
pasar, sólo así no dolería tanto…
Lo cierto es que Tadeo fue el primero en marcarme de por
vida. Fue el primero en abrir la primera de tantas heridas.
Con sus celos enfermizos, con su inseguridad, con sus
arranques de violencia, con sus abusos de alcohol, con su tóxica forma de
solucionar nuestros problemas siempre con sexo, sexo que pasó del enternecedor
encuentro de dos vírgenes enamorados que deciden con madurez entregarse el uno
al otro, al sexo forzado, a la violación. ¿Cómo amar a un hombre después de que
te violó?
Yo creo que fue a raíz de ese momento que empecé a
enfermarme del corazón, no lograba comprender cómo alguien que había querido
tanto, alguien a quien le había confiado todo de mí, me había traicionado de
esa manera. Todo en él se volvió gris, su aura cambió, y comencé a verlo como
realmente era, Tadeo tenía serios problemas psicológicos. Nunca antes en mi
vida había escuchado sobre las enfermedades mentales, como la depresión, la ansiedad,
etc. Y estoy segura que por lo menos él sufría de una grave depresión que ni la
novia más increíble del mundo logró curar, por el contrario, terminó siendo una
víctima de ella.
Todo cobraba sentido. Su obsesión por el sexo, su
melancolía, su inseguridad, su violencia, sus mentiras (casi patológicas) el
hecho de que cuando peleamos muy fuerte por primera vez él me inventó toda una
historia sobre que se había querido suicidar, nunca supe si fue cierto, pues
terminé por perdonarlo y minimizar esas actitudes y situaciones, hasta que ya
no pude hacerlo más.
Tadeo también tenía cierto gozo por hacerme sufrir.
Y no hablo de nuestro juego sadomasoquista en la cama, sino
que gozaba de hacerme sufrir en verdad. Gustaba de los dramas, de colgarme
enormes escenitas de celos, y al final, optó por terminar de liarse con mis
mejores (únicas) amigas.
Tadeo me partió en miles de pedazos.
Realmente me costó muchísimo salir de esa depresión que
ocasionó mi relación tóxica con Tadeo. Estuve meses sufriendo en silencio. Yendo
a la escuela, teniendo que soportar su maravillosa amistad con quienes al fin y
al cabo me había puesto el cuerno. Había días en que no lograba aguantar más y
salía corriendo de la escuela, en mitad de la clase, simplemente tomaba mis
cosas y echaba a correr a mi casa, a llorar con vileza, a rumiar toda la mierda
que sentía en mi pecho y no conseguía sacar.
Estuve tan enferma que incluso me activó el virus de la
varicela, y encima de mi desgracia emocional, me llené de pústulas asquerosas
que me escocían la piel, que no me dejaban ni siquiera tragar mi propia saliva,
¿qué clase de error estaría pagando?
Y ahí estuvo Tadeo, yendo a visitarme con el pretexto de
llevarme los apuntes de las clases. Eso y una buena sesión de sexo confortador,
asqueroso sexo con mi ex novio que me había pintado el cuerno con mi mejor
amiga y con quien sabe cuántas otras chicas más.
Es verdad, pocas veces en mi vida había sido tan miserable. Pocas
veces en mi vida la había cagado tanto.
Pero de esta experiencia tan terrible pude renacer. Y llegó
el día en que me miré al espejo y supe que tenía que poner un alto a esa
relación que nos estaba destruyendo a los dos. Nunca más iba a volver a tener
tan poquito amor propio.
Realmente espero que Tadeo encuentre paz, y ojalá que busque
dentro de sí mismo el valor para olvidarse de mí, lo que más deseo es que él
aprenda a ser feliz por si mismo y que nunca más vuelva a depender de nadie,
porque tal vez lastimaría a alguna otra chica igual o más de lo que me lastimó
a mí.
Sin embargo no puedo dejar de confesar que después de vivir
aquello tan intenso, me queda la sensación, como un fuego que permanece
quemando en mi interior, de que aún siento algo muy especial por él. No sé si
sea amor, y si lo es, no sé qué clase de amor sea, pero sólo sé que me dolió
mucho verlo partir y que me excita la idea de lo que vendrá para mí de hoy en
adelante.
Quiero confesar también, que no fue casualidad la decisión
que tomé de terminar mi relación con Tadeo, lo cierto es que no lo hubiese
conseguido hacer por mi propia voluntad si no hubiera comprendido que me estoy
enamorando de otro hombre…
Lo malo aquí,
Es que para él
Yo soy una mujer ilegal…
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